El ministerio de Industria ha prolongado el permiso de funcionamiento para la central de Ascó I y la Secretaria de Estado de Cambio Climático ha otorgado resolución positiva a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a la construcción de un Almacén Temporal Individual (ATI) para el combustible gastado de la Central Nuclear de Ascó.

Con estas dos resoluciones se permitirá el alargamiento de la vida operativa de los dos grupos que componen la nuclear de Ascó (Tarragona), dado que los recintos donde se alberga el combustible gastado -comúnmente conocido como «piscinas»- se hallan casi al límite de ocupación. Esto es debido a que en el diseño original se calculó una vida operativa de unos 30 años para ambos grupos. Este periodo se halla en el momento de concluir, y al no estar construido a tiempo el ATC (Almacén Temporal Centralizado), la nuclear necesita del ATI para seguir funcionando.

Para Ecologistas en Acción el alargamiento del funcionamiento de Ascó representa una grave temeridad, no sólo por el riesgo potencial que significa el uso de la energía nuclear, sino por el que conlleva alargar la vida de esta central que se incrementa por el inevitable desgaste que con los años se produce en la instalación. Además se suma la incertidumbre que no nos permite predecir el comportamiento futuro y los factores ambientales que la envuelven. Estos han sido claves por ejemplo en el accidente de Fukushima.

PDF - 73 KB
Alegaciones al ATI de Ascó

La construcción de un ATI para Ascó I y II no resuelve de ninguna manera el problema de los residuos radiactivos de alta actividad que se han generado, tan solo se produce un nuevo escenario que aunque se pretende como transitorio puede convertirse en definitivo. De hecho los almacenes en seco, a pesar de no consumir agua, tampoco se encuentran exentos de problemas intrínsecos, tal como detalla Ecologistas en Acción en sus alegaciones al Proyecto Constructivo y Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) del ATI.

Ante el insolvente problema técnico que significan los residuos radiactivos, los cuales permanecerán activos por millares y millares de años. Y ante el no menos insolvente dilema ético que enfrenta a los efectos perniciosos de la radiactividad sobre la humanidad y los ecosistemas -presentes y futuros-, Ecologistas en Acción considera que la única manera realista de abordar el problema de los residuos de alta es proceder al cese de su generación, esto es decir, al cierre de las centrales nucleares, tal y como esta organización ecologista hizo constar en sus alegaciones al proyecto del ATI.

El permiso de explotación vigente para Ascó I y II no debería renovarse. No solo porque han agotado ya su vida operativa sino porque adolecen de serios problemas estructurales de diseño y operatividad, como que se asienten sobre terrenos expansivos, inundables o sísmicos, entre otros, que afectarían por igual a la construcción del ATI.

En los últimos 4 años, los dos grupos han sufrido unos 100 sucesos notificables, entre ellos y como más grave el de la liberación de material radiactivo al exterior desde «las piscinas» de Ascó I, hecho que se produjo durante la parada por recarga del reactor y que fue ocultado por los titulares de la central y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), y que en estos momentos se halla en vía penal tras las denuncias de organizaciones ecologistas.

La publicación de la resolución positiva del DIA se produce la semana siguiente que en Ascó I se haya producido un nuevo suceso que consistió en el mal anclaje de un soporte antisísmico del colector de descarga de la refrigeración de salvaguardia de un sistema de ventilación de la contención. Este hecho muestra, por cierto, la posible falsedad de las pruebas de resistencia ante terremotos recién evaluadas por el CSN. Además, ambos grupos acaban de iniciar el funcionamiento normal después de permanecer un mes con un factor de carga del 40% de su potencia nominal por tareas de limpieza y mantenimiento.

Todos estos factores hacen impracticable la continuidad de Ascó, y por tanto, otorgan poca credibilidad al Informe preliminar de las pruebas de resistencia de las centrales nucleares -aprobado con suma diligencia-. El único motivo que permite el temerario alargamiento de las centrales nucleares es la obtención de unos pingües beneficios por sus explotadores. Por ello, Ecologistas en Acción pide que no se renueve la licencia de explotación de Ascó I y II, y se proceda a su cierre.