Marean las cifras que se manejan para la llamada Ciudad del Juego de Los Monegros: 32 casinos, 72 hoteles, 200 restaurantes (algunos ‘subacuáticos'), 5 parques temáticos, grandes lagos artificiales, hipódromo, plaza de toros, campos de golf, 100.000 habitantes… Pero más marea la perspectiva de un auténtico aluvión de fondos públicos para crear las infraestructuras que permitirían la viabilidad de esta insostenible y aberrante operación especulativa.

José Luis Martínez, Ecologistas en Acción de Aragón. El Ecologista nº 56

El proyecto de construcción de una Ciudad del Juego fue presentado, en diciembre del 2007, como una oportunidad histórica para Aragón. Como si una gigantesca lluvia de millones fuese a caer sobre nuestras cabezas. Sin embargo…

Pese al despliegue publicitario realizado por sus promotores y por el Gobierno de Aragón, Gran Scala ha despertado el escepticismo en mucha gente porque en Inglaterra, Italia y Dubai ya fueron desechadas ofertas similares realizadas por los mismos promotores (ILD). En Francia, la organización agraria Confederación Campesina se opuso firmemente a su instalación.

Los promotores, que no son los inversores, dicen “que este será un proyecto de grandes dimensiones o no será”. El plan de ILD contempla que los equipamientos –hasta 32 casinos, 72 hoteles, 200 restaurantes, 5 parques temáticos, grandes lagos artificiales con orcas, delfines y restaurantes subacuáticos, hipódromo, plaza de toros y, por supuesto, campos de golf— vayan entrando en funcionamiento paulatinamente. La gran inversión inicial en infraestructuras la garantiza el Gobierno aragonés, pero ILD no asegura que el proyecto se ejecute ni en su integridad ni en ningún porcentaje. Este hecho, ya de partida, lo hace inaceptable.

El ejecutivo aragonés ya ha adelantado que modificará varias leyes vigentes a la medida de las exigencias del proyecto. Una de ellas será la Ley del Juego de Aragón, que limita la existencia de casinos a uno por provincia. Otras serán las referidas a urbanismo y usos del suelo, etc. La promesa de favorecer con reformas legales a Gran Scala ha abierto la veda, en otras comarcas, en favor de proyectos urbanísticos igualmente insostenibles.

Operación especulativa sin garantías

La empresa promotora dice que será precisa una inversión de 17.000 millones de euros por parte de inversores internacionales que aún no se han presentado. Actuando como intermediario, ILD proyecta comprar 20 millones de metros cuadrados de monte comunal o secano en Los Monegros, con el compromiso de nuestras autoridades de recalificarlos a urbanizables. En esta operación esperan obtener beneficios que multipliquen por mil su inversión. En todo caso, el Gobierno de Aragón adelanta ya su compromiso de construir 150 kilómetros de autovía (entre 4 y 14 millones de euros por km), una estación especial del AVE, inversiones en aeropuertos, infraestructura eléctrica y obras hidráulicas para garantizar veinte millones de metros cúbicos de agua al año. En definitiva, a los aragoneses nos toca poner a fondo perdido un número indeterminado de miles de millones de euros del dinero de todos.

Como modelo se nos ofrece la ciudad de Las Vegas en EE UU. Un ejemplo paradigmático de capitalismo salvaje, consumismo, ausencia de principios éticos, desvertebración social, urbanismo especulativo e insostenibilidad. El modelo que los grandes empresarios del juego, vinculados con lo que podría llamarse el lado oscuro de la economía norteamericana, negociaron con las autoridades del Estado de Nevada: leyes a la carta, agua y energía baratas (a costa de enormes trasvases de dinero público y verdaderos desastres ecológicos), bajos impuestos para el juego y permisividad a todo tipo de negocios colaterales, como la prostitución.

Poco han aprendido nuestros dirigentes de las miserias que acompañaron el desarrollo de Las Vegas y sus vínculos con el crimen organizado. Resulta inaudito ver implicado al Gobierno aragonés en la promoción de un negocio sin escrúpulos y que favorece la inseguridad ciudadana. No son buenos los augurios para el desarrollo de Aragón bajo la influencia de un grupo de presión como es la patronal del juego.

Los enormes beneficios que genera el juego en Las Vegas están basados en el empleo de miles de trabajadores chicanos con salarios ínfimos y privados de los derechos sindicales básicos. También contribuye al éxito de Las Vegas la absoluta facilidad para el lavado de dinero negro (tragaperras y ruletas no preguntan) y la explotación de la ludopatía. Sin estos ingredientes perversos no hay el beneficio exigido por el gremio del juego.

Impacto ambiental por partida triple

Gobierno e ILD hacen declaraciones para pintar de verde este proyecto insostenible. La sostenibilidad no consiste en usar bombillas de bajo consumo, si el objetivo es inundar de luz decenas de kilómetros cuadrados de fachadas, salones y jardines. Se calcula que Gran Scala promovería un movimiento masivo de personas e incrementaría las emisiones de CO2 en Aragón en más de un 15%.

La sostenibilidad no equivale a usar duchas, grifos o WC ahorradores si lo que se pretende es extender decenas de miles de metros cuadrados de lagos artificiales, miles de hectáreas de césped, exóticos jardines y cientos de ostentosas fuentes en medio de la estepa monegrina. Este paisaje estepario de gran valor, reconocido con varias figuras de protección, no soportará tan gigantesca urbanización de su suelo.

Avergüenza el descrédito que proyectan sobre Aragón quienes, habiendo usado los argumentos de la Nueva Cultura del Agua para luchar contra los trasvases, promueven hoy un modelo de desarrollo, si cabe, más insostenible que el criticado en la costa mediterránea. Escandaliza que, tras años de conflicto hidráulico, se acaben construyendo grandes presas para promover negocios de este estilo.

Alternativas al empleo basura

Frente a un proyecto que promete la importación masiva de empleo basura, el Gobierno tiene la responsabilidad de activar programas de desarrollo rural en Los Monegros que fijen población en el territorio.

  • La Administración debe apoyar y dar nuevo impulso a los proyectos agropecuarios en curso, basados en la calidad y en la apreciada etiqueta de producto ecológico.
  • Puede financiar la construcción de un gran parque de producción eléctrica de origen fotovoltaico.
  • La todavía pendiente declaración del Parque Natural de Los Monegros dará un impulso importante a nuevas opciones de turismo de calidad, basado en el hecho de ser un paisaje único en Europa. En 1998, 500 científicos e investigadores de 35 países firmaron el Manifiesto Científico por Los Monegros, donde además de pedir una figura de protección, indicaban que Los Monegros es la zona con mayor biodiversidad de toda Europa (5.404 especies documentadas).
  • El Gobierno puede gestionar la instalación del Observatorio Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático.
    Estas sí son opciones para la creación de empleo de calidad y futuro para la juventud monegrina.

Gran Scala, ciudad sin ley

Gobierno y promotores han hablado de la futura ciudad Gran Scala como el segundo núcleo de Aragón, con un horizonte final de 100.000 habitantes, sin aclarar cómo se piensa construir esa nueva y enorme ciudad en plenos Monegros, sin conocer el modelo de planificación de ordenación del territorio y de urbanismo que eviten repetir los errores que lastran el desarrollo y la calidad de vida en Zaragoza, importando el estilo norteamericano de Las Vegas sin atender a la realidad aragonesa. La creación de la segunda ciudad de Aragón no puede quedar al albur del mercado inmobiliario, donde lo que importa es el urbanismo especulativo, se fomenta la desvertebración social, y se olvida al ciudadano que pasa a ser un mero elemento enfocado al consumo más desaforado.

Nos preocupa que, una vez más, se juegue de forma tan irreflexiva con el dinero de todos para amparar y favorecer negocios privados de corte especulativo, lejanos al verdadero interés general de la sociedad aragonesa. Está todavía por hacer, cuando menos, un estudio riguroso que clarifique cual sería el balance económico-financiero para las cuentas públicas.

Por todo ello, llamamos a todas las buenas gentes de nuestra tierra a abrir un debate en torno a este proyecto, y a los impactos negativos que comporta, especialmente cuando se juega con miles de millones del erario público.

Diferentes colectivos, entre los que se encuentra Ecologistas en Acción, y particulares nos hemos agrupado en la plataforma ciudadana Stop Gran Scala, desde donde abogamos por la suspensión de este proyecto por ser legal y socialmente insostenible. En cualquier caso, es condición previa que el Gobierno de Aragón suspenda cualquier decisión hasta que se realicen estudios independientes que permitan la apertura de este debate social.