Este sendero está construido en madera en tramos y otros de hormigón sobre el suelo y a su paso por el LIC Calahonda lo ha atravesado modificando y destruyendo el hábitat protegido y que pronto se convertirá en zona especial de conservación (ZEC).
Las obras se han realizado con maquinaria pesada, los materiales (las maderas) se han depositado directamente sobre las dunas, “todo lo contrario a su conservación”, critica la asociación conservacionista.
Para Ecologistas en Acción de Mijas no entienden como la Junta de Andalucía, que tiene que velar por su conservación, dio luz verde a que atravesara esta zona, a pesar de que desde la organización plantearan otra alternativa que no afectaba a la zona.
El sendero litoral de unos dos metros y medio de ancho y seis kilómetros de largo ha sido ejecutado por el Ayuntamiento de Mijas y financiado por la Diputación Provincial de Málaga.