Ecologistas en Acción celebra la decisión del Ayuntamiento de Mérida que, de esta manera, se adelanta a las medidas que el Gobierno de Extremadura debe tomar tras la declaración de la región como «libre de glifosato».

En Mérida ya ha empezado la campaña de desbroce que, por primera vez, se hará sin utilizar herbicidas químicos. De esta manera el Ayuntamiento de Mérida se adelanta a la Junta de Extremadura, la cual, a pesar de que hace más de un mes la Asamblea aprobó una Propuesta de Impulso por la que se comprometía a eliminar el uso de glifosato en espacios públicos, aún no ha dado los pasos necesarios para que la medida se aplique realmente.

En marzo de 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al glifosato –principio activo de la gran mayoría de los herbicidas utilizados a nivel mundial—, como «probablemente cancerígeno», tras la publicación por parte de Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IACR) de un amplio estudio que demostraba la aparición de Linfoma No-Hodgkin, aparte del desarrollo de células cancerosas y daños en el ADN, en animales de laboratorio en contacto con esta sustancia.

Tras la noticia de la OMS, Ecologistas en Acción inició una Campaña contra el Uso de Herbicidas Químicos para informar e instar a las administraciones a suspender el uso de glifosato en los espacios públicos. Haciéndose eco de esta campaña, ya son muchos los lugares que configuran el mapa de las regiones libres de este herbicida, siendo Extremadura una de las primeras comunidades autónomas en declararse libre de glifosato.

Sin embargo, y aunque hace ya más de un mes que la Asamblea extremeña aprobó la prohibición del uso de glifosato en los espacios públicos, la Junta de Extremadura aún no ha dado los pasos necesarios para que la medida sea efectiva. Por ello, celebramos que el Ayuntamiento de Mérida se haya adelantado para llevar a cabo, ya en la campaña actual, una gestión responsable de las hierbas en espacios públicos suprimiendo totalmente el uso de fitosanitarios químicos que pudieran representar un riesgo para la salud de sus ciudadanos y el medio ambiente.