Las peticiones hechas por una veintena de ganaderos de la zona norte son, además de ineficaces, algunas ilegales.

La autorización para matar un tercer lobo de manera oficial en una zona muy concreta del Parque Natural (Valle Estrecho/La Lastra/Triollo) deja claro que las presiones inaceptables de un grupo de ganaderos del Parque dan el fruto deseado. Todo ello a pesar de lo absurdo de seguir mermando grupos familiares a los que se lleva persiguiendo más de 15 años, viendo como su caza incrementa los daños, lo que demuestra los oscuros intereses que pueden existir detrás de este círculo virtuoso.

Solicitan los ganaderos, sin tener un conocimiento concreto de la estructura y composición de los grupos familiares, que se rebaje el 50% la población de lobos, sin saber qué población de lobos existe, dejando claro su desconocimiento y sus intereses personales. Además solicitan cacerías en “zonas rojas” algo que nada tiene que ver con el control de lobos y, además, es ilegal.

No hay que olvidar que estos ganaderos, poco numerosos, reciben dinero público, en parte, para que su negocio sea compatible con la naturaleza y con las especies silvestres, entre ellas el lobo. No tienen ninguna medida de protección para su ganado, realizan un manejo incorrecto de sus explotaciones ganaderas bien por no tener alojamiento suficiente, bien por no utilizar ese alojamiento o bien porque prefieren no hacerlo. Algunos conocidos en la comarca por no ser incluso diligentes con su ganado.

No olvidemos que parte de ese ganado pasta sin ningún cuidado, vigilancia y control en Montes de Utilidad Pública que, recordemos, no son de su propiedad exclusiva. Por ello consideramos que tendrán que ser estos ganaderos los que deban hacer un esfuerzo y modificar su comportamiento en algunos aspectos. Algunos se niegan incluso a dejar su ganado muerto en el monte para que no lo coman los animales salvajes, argumentando que no van a dar ellos de comer a la fauna sin contra-prestación económica.

Es curioso comprobar como varios de los ganaderos propietarios de las mejores ganaderías de la Montaña Palentina y considerados los que mejores manejos realizan no están es estas reuniones de presión, no denuncian daños e incluso no pertenecen a unos sindicatos agrarios que se están revelando como parte del problema y no de la solución.

Solo podemos estar de acuerdo en un aspecto con los ganaderos, tienen que recibir los pagos por daños de forma rápida, efectiva y generosa en todo el Parque Natural, no sólo en la Reserva Regional, siempre y cuando abandonen su actitud hostil contra los lobos. Algo que se antoja difícil por la excesiva y exagerada estructura administrativa de la Junta de Castilla y León en la zona y su despilfarro de recursos en actividades y proyectos en lugar de en conservación de la fauna.

Es difícil explicar como la fauna salvaje que forma parte de nuestro Patrimonio Natural haya logrado llegar hasta nuestros días conviviendo con el hombre y ahora en pleno siglo XXI con todo a favor para mejorar este Patrimonio nos encontremos con estas actitudes de siglos pasados.

Ecologistas en Acción ha solicitado información a la Delegación de la Junta en Palencia sobre estas peticiones para valorarlas y reservarse las medidas que considere oportunas.