El 19 de mayo se registró en el Ayto. de Badajoz una propuesta de moción a los grupos políticos municipales en contra del uso del glifosato en el término municipal de nuestra ciudad.

La presentación de la moción se ha realizado en el contexto de la campaña contra el uso de herbicidas químicos que Ecologistas en Acción está llevando a cabo en todo el territorio español.

La catalogación del Glifosato como agente «probablemente carcinógeno para los seres humanos» por parte de la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IACR) que forma parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cual es la base de la gran mayoría de los herbicidas comercializados, ha llevado a Ecologistas en Acción Extremadura a solicitar de todos los grupos municipales la aprobación de una moción para que no se utilice esta sustancia, ni cualquier producto que la contenga, por el Ayuntamiento de Badajoz.

La generalización de la aplicación de herbicidas químicos para el control de vegetación en cunetas de carreteras, redes de servicios, parques, jardines, espacios públicos e instalaciones diversas y que con frecuencia esta aplicación se realiza sin la adecuada protección personal ni el necesario aviso de peligro para los habitantes del municipio, supone un serio peligro para los ciudadanos.

Su peligrosidad queda atestiguada por su uso esporádico para matar árboles sanos, como en el caso del roble tricentenario de la población cacereña de Barrado, lo que se suma a cuestionar las bonanzas de este producto en manos inapropiadas.

El Real Decreto 1311/2012, de 14 de Septiembre, que establece la actuación para el uso sostenible de los productos fitosanitarios en España, señala que «la Administración competente en cada caso pueda aplicar el principio de cautela limitando o prohibiendo el uso de productos fitosanitarios en zonas o circunstancias específicas».

Asimismo, Ecologistas en Acción Extremadura llama la atención sobre la existencia de alternativas viables a los herbicidas químicos (métodos mecánicos o térmicos) para el control de vegetación indeseada ya que se ha demostrado ineficacia de la aplicación de herbicidas para la prevención de incendios al adelantar notablemente el secado de la cubierta vegetal y, además, el visible efecto negativo causado sobre el arbolado joven.

Por su parte la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo para un Uso Sostenible de los Plaguicidas expone que: «Los Estados miembros, teniendo debidamente en cuenta las medidas apropiadas para la protección del medio acuático el agua potable y los requisitos necesarios de higiene y salud pública y la biodiversidad, o los resultados de las evaluaciones de riesgo pertinentes, velarán por que se minimice o prohíba el uso de plaguicidas en las siguientes zonas específicas: a lo largo de las carreteras […], en los espacios utilizados por el público en general, o por grupos vulnerables, como los parques, jardines públicos, campos de deportes y áreas de recreo, recintos escolares y campos de juego y los espacios cercanos a los centros de asistencia sanitaria».

El Glifosato, el herbicida de uso más extendido y componente activo del Roundup y otras marcas comerciales, tiene efectos muy tóxicos sobre la salud y el medio ambiente como a 20 de marzo de 2015 ha publicado la Organización Mundial de la Salud que cataloga este herbicida como probablemente carcinógeno.

Se ha demostrado que a concentraciones más bajas que las recomendadas para su uso en agricultura, el glifosato interfiere en el funcionamiento hormonal de células humanas, afecta a las células de la placenta, así como a las embrionarias. Asimismo, provoca nacimientos prematuros y abortos, cánceres del tipo mieloma múltiple y linfoma No Hodgkin y daña el DNA celular. Otras pruebas toxicológicas independientes han revelado toxicidad subaguda (lesiones en glándulas de la saliva), toxicidad crónica (inflamación del estómago), daños genéticos en células sanguíneas, e indican trastornos reproductivos (esperma menor y anómalo en ratas y conejos), y aumento de la frecuencia de tumores de hígado y de tiroides (en ratas).

Por todo ello, Ecologistas en Acción Extremadura ha solicitado la aplicación de herbicidas no químicos, que no dañen la salud ni el medio ambiente, como por ejemplo los métodos mecánicos y térmicos que se aplican en la mayoría de los países de la Unión Europea y que tienen un mayor potencial de generación de empleo, y que, como también recomienda el RD 1311/2012, tome las medidas oportunas para sensibilizar e informar a la población de los riesgos para la salud y el medio ambiente que supone el uso de los herbicidas químicos también en lo referente a sus usos agrarios a fin de fomentar una reducción de su uso agrario y una aplicación en condiciones de seguridad.

Confiamos en que nuestr@s ediles, que siempre desean lo mejor para sus vecin@s y cuyo deber es velar por la seguridad de l@s mism@s, se harán cargo y verán la medida de sustitución de este indeseable veneno como un avance hacia la transición de una localidad, la pacense en este caso, más saludable para sus vecin@s, más amable con el entorno que habitamos y con mayor conciencia ecológica como corresponde a una ciudad del siglo XXI. No será difícil entender que además de todas esta bondades existen otras como la de la formación, creación de empleo y mejora de la estética de la ciudad que sabrán son cuestiones muy apreciadas en nuestro presente.