El proyecto de Catálogo de Protecciones del Patrimonio Natural y Cultural de Alicante, elaborado por los técnicos de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, ha sido sometido a información pública hasta ayer, en una ampliación del plazo inicial, tras la solicitud de los promotores inmobiliarios PROVIA. Es un Catálogo redactado con muchas prisas, dado que acababa el plazo de suspensión de licencias de un año, tras el desistimiento del proyecto de PGOU elaborado en la era Castedo. Por tanto contiene numerosas erratas y se echa en falta una mejor descripción de los componentes de cada uno de los elementos catalogados (edificios, parajes naturales y patrimonio cultural).

La importancia del Catálogo de Protecciones no ha pasado desapercibida, especialmente para los promotores urbanísticos, pues prefigura las determinaciones del futuro proyecto de Plan General de Ordenación Urbana, objetivo principal de la Concejalía de Urbanismo en esta legislatura.

Nos encontramos por primera vez en Alicante con un proyecto claramente proteccionista que recoge la mayoría de los espacios naturales con valores ambientales del término municipal y tiene una visión holística del territorio. En un único documento están recogidas las vías pecuarias, los espacios naturales protegidos o no, las Torres de la Huerta, los paisajes emblemáticos, los edificios de importancia cultural, etc, que anteriormente estaban en el mejor de los casos recogidos de forma fragmentaria en distintos instrumentos. Hay que anotar especialmente el esfuerzo hecho para proteger dos espacios emblemáticos en los cuales se han centrado los proyectos especulativos del pelotazo urbanístico en los últimos años y en la nefasta era Alperi-Castedo: La Condomina y las Lagunas de Rabasa. Estamos de acuerdo con la delimitación de las fichas correspondientes a esos espacios, que supondrán eliminar de raíz cualquier nuevo intento de especulación arrasando con los valores culturales y ambientales de esos espacios.

La Colla Ecologista-Ecologistes en Acció d’Alcant ha presentado de todas maneras alegaciones al proyecto de Catálogo, para ampliar el número de espacios naturales que se han quedado fuera (barrancos, cuevas), ampliar el catálogo de árboles monumentales y singulares, y de elementos del patrimonio arqueológico y paleontológico, que en algún caso están incluidos en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano y que no se recogen en el proyecto.

El carácter proteccionista de ese proyecto de Catálogo ha molestado especialmente a algunos sectores económicos (promotores urbanísticos) o políticos conservadores, que han emprendido una feroz batalla contra el Concejal Miguel Ángel Pavón, alma mater del proyecto. Desde el movimiento ecologista queremos agradecerle el trabajo desarrollado hasta ahora y mostrarle nuestro apoyo en esa difícil tarea de promover un urbanismo respetuoso con el medio ambiente y alejado de la era anterior (el del urbanismo “a la carta”), donde esos mismos promotores gobernaban la ciudad sin escrúpulos y sin respetar los intereses generales.