Cuatro de cada cinco españoles ha respirado aire contaminado por ozono. El Gobierno central y 12 comunidades autónomas incumplen la ley al no elaborar los preceptivos planes de mejora de la calidad del aire en las zonas más afectadas.

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[Informe] La contaminación por ozono en el Estado español durante 2016

Más de 37 millones de personas han respirado aire contaminado por ozono durante la primavera y el verano de 2016 en el Estado español. El informe sobre la contaminación por ozono de Ecologistas en Acción que se presenta hoy concluye que el 80% de la población y el 92% del territorio han estado este año expuestos a unos niveles de este contaminante que exceden lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. La coyuntura meteorológica, el cambio climático, el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y la apuesta gubernamental por las energías sucias en detrimento de las renovables, entre las causas de un problema que afecta de manera estructural a la salud de la ciudadanía, pero también a los cultivos y espacios naturales.

El informe sobre ozono, que Ecologistas en Acción presenta este año por primera vez, analiza los datos recogidos en 455 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre el 1 de enero y el 15 de octubre de 2016. Presenta datos exhaustivos de la contaminación por ozono, por comunidades autónomas y por zonas y estaciones de medición.

Entre sus principales conclusiones, destacan:

  • El ozono troposférico es el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español. Durante 2016, a pesar de la crisis económica, sus niveles se han mantenido en general estacionarios, con alzas y descensos según los territorios.
  • El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo a la cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2016 a 37,3 millones de personas en el Estado español, el 80% de su población, así como a 464.000 kilómetros cuadrados, el 92% del territorio. Es decir, cuatro de cada cinco españoles han respirado un aire con un nivel de ozono superior al recomendado por la OMS.
  • Si se considera el valor objetivo establecido por la normativa española y europea, más laxo que la recomendación de la OMS, la población que ha respirado aire contaminado por encima del objetivo legal es de 10,2 millones de personas, un 22% del total, 0,7 millones de afectados menos que en 2015 pero 3 millones más respecto a 2013 y 2014. Es decir, uno de cada cinco españoles ha respirado un aire que incumple el estándar legal vigente para el ozono.
  • El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa sino que se forma en la baja atmósfera en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el tráfico rodado, las grandes centrales termoeléctricas y determinadas actividades industriales. Se trata por lo tanto de un contaminante secundario que afecta durante la primavera y el verano especialmente a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la contaminación urbana.
  • Aunque el mantenimiento de la contaminación por ozono en 2016 es consecuencia en primera instancia de la coyuntura meteorológica, caracterizada por una gran estabilidad atmosférica y un fuerte calor estival, su evolución reciente está relacionada muy probablemente con la tendencia al incremento en verano de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor), resultado del cambio climático.
  • La contaminación por ozono debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. De acuerdo a las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada año se registran 1.800 muertes prematuras en el Estado español por la exposición a niveles de contaminación por ozono como los registrados en la mayor parte del territorio durante 2016. Las personas más afectadas son las niñas y niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas.
  • Los costes sanitarios derivados de la contaminación por ozono representan alrededor de 5.000 millones de euros al año, un 0,33% del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

La información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. Transcurridas dos décadas desde la entrada en vigor de la primera normativa sobre contaminación por ozono, todavía en 2016 han sido varias las comunidades autónomas (Junta de Extremadura, Xunta de Galicia y Gobierno Vasco) que no han avisado a la población de la superación del denominado “umbral de información”.

Los planes de mejora de la calidad del aire para reducir la contaminación por ozono son obligatorios según la legislación vigente. Pero una docena de comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Illes Balears, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Catalunya, País Valencià, Extremadura, Comunidad de Madrid, Región de Murcia, Navarra y País Vasco) siguen sin elaborarlos, lo que ha motivado la presentación en julio de una denuncia contra el Reino de España ante la Comisión Europea, que se suma a los procedimientos en ella abiertos por el incumplimiento de los valores límite de partículas y dióxido de nitrógeno.

Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público. Es necesario además dar facilidades al tránsito peatonal y a la bicicleta en las ciudades. Así como la adopción generalizada de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua y la reducción drástica de la generación eléctrica en centrales térmicas, en particular las que utilizan carbón.

Aunque es necesario ampliar sustancialmente la información científica disponible sobre la dinámica del ozono, mejorando el conocimiento de sus procesos de formación y acumulación, a escala regional, estatal y continental, la insuficiente información disponible en la actualidad sobre este contaminante no puede servir de coartada política para no actuar sobre unas fuentes de precursores perfectamente conocidas, mediante los instrumentos legalmente previstos.

Intentando paliar la falta de información administrativa, Ecologistas en Acción ha desarrollado durante el verano de 2016 una campaña de sensibilización sobre el ozono troposférico, concentrada en Cataluña, el Sureste (Almería y Murcia) y la zona Centro (Madrid y territorios limítrofes de ambas Castillas). Se han realizado cuatro jornadas informativas, se ha difundido una exposición itinerante por una veintena de localidades y se han programado diversas actividades en centros educativos y asociativos.