Con fecha 10/11/2016, GENA-Ecologistas en Acción ha denunciado ante la Delegación Provincial de Medio Ambiente las labores de transformación de una gran parcela de secano situada en la falda del Cerro Beas (Vélez-Málaga) para acondicionarla para el regadío de subtropicales.

Esta denuncia se suma a las anteriores de esta asociación de fecha 10/V/2016 y 11/X/2016, en la que se denunciaba la problemática que se está generando en la comarca de la Axarquía, a causa de lo que venimos denominando burbuja del mango, que al sumarse a la del aguacate podríamos considerar como burbuja de los subtropicales, adjuntando los informes y estudios de apoyo sobre dicha problemática. Recuérdese que, en líneas generales, veníamos a denunciar la falta de control que, a todas luces, disfrutan los propietarios del suelo no urbanizable de la Axarquía, y más concretamente las subcuencas hidrológicas de Vélez, Algarrobo y Torrox, sobre la transformación de parcelas de secano en regadío, por encima de los 140 m estipulados por el Plan Guaro por el sistema de bombeo hasta alturas de 400 m y las imponentes obras de desmonte en los trabajos de preparación de las nuevas parcelas para la explotación de subtropicales. Una problemática acuciante, si tenemos en cuenta que esta dinámica, sin el menor control por parte de Ayuntamientos y Junta de Andalucía, ha provocado que en muy poco tiempo se haya alcanzado actualmente la cifra de 10.500 hectáreas en regadío, de las cuales 4.000 hectáreas están situadas por encima del límite de regadío estipulado en 140 m de altitud, lo que supone un consumo aproximado de 32 hm3 literalmente ilegales y que exceden de las contempladas en el Plan Guaro y en el Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas.

En la presente denuncia hemos escogido un caso llamativo por su gran superficie que está actualmente en proceso de transformación. Se trata de una gran parcela situada en la falda del Cerro Veas, en el polígono 9, de Vélez-Málaga, en paraje Real Alto, Cortijos Vallejo y Ventura, en la cabecera del Arroyo Salinas. Dicha superficie, actualmente en proceso de transformación para regadío de subtropicales desde hace más de 15 meses, presenta una superficie aproximada de 50 hectáreas, por lo que posiblemente sea la más grande que se está preparando en el contexto de la burbuja del mango. Sobre este hecho, queremos denunciar los siguientes aspectos:

1.- El Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha dado licencia para esta transformación, vulnerando lo estipulado en el PGOU, actualmente vigente, cuya normativa establece que toda la falda veleña del Cerro Beas se considera de uso forestal por encima del límite de regadío establecido en el Plan Guaro, es decir, los 140 m de altitud, hasta cerca de los 300 m. Esta parcela se encuentra por encima de esta cota, por lo que no podía ser concedida licencia alguna para una transformación para agricultura de regadío.

2.- El Ayuntamiento de Vélez-Málaga tampoco ha tenido en cuenta que, según el Plan Guaro, no se puede otorgar licencia para regadío por encima de los 140 m de altitud, y en cualquier caso esta irregularidad tenía que haberla comunicado al organismo hidrológico, de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas. Tampoco parece que haya comprobado que esta parcela carece de agua, lo contraviene el artículo 372 del PGOU en el que se establece que una de las condiciones para la transformación en regadío es certificar que la parcela tiene un flujo continuo de 0,8 litros por segundo, en el caso de riego por goteo.

3.- Esta parcela, anteriormente con pendientes del 30%, ha sido literalmente arrasada con maquinaria pesada, eliminando relieve en unos puntos, rellenando otros, para crear una gran parcela de escasa pendiente, seguramente para facilitar la mecanización de las labores agrícolas y para lograr la máxima superficie útil de cultivo. Estos descomunales desmontes, que puede calcularse aproximadamente en un millón de metros cúbicos, no sólo ha supuesto la laminación del relieve, con su consiguiente impacto visual y paisajístico, sino que ha provocado una erosión antropogénica sin precedentes.

4.- Que, este movimiento de tierras, y la consiguiente desagregación de las rocas, ha creado un sustrato inestable que en los bordes de la parcela alcanza pendientes del alrededor del 60% que está suficientemente demostrado que son fácilmente movilizables por las aguas de escorrentía, especialmente en chubascos de fuerte intensidad, tipo gota fría, que no son infrecuentes en esta zona. Dado que esta movilización de las tierras se ha producido en la cuenca del Arroyo Salinas, actualmente de cauce colmatado, prácticamente cegado a la altura de la carretera comarcal A-356 entre Vélez y El Trapiche, en su cruce con la localidad de Benamocarra, a la altura de la zona Huerta Pintá existe una posibilidad, razonablemente alta, de que en tales eventos se produzca un transporte de materiales rocosos y terrosos, en un flujo de tipo debris flow, con gran poder erosivo y de arrastre, que al alcanzar la mencionada carretera obstruiría el paso, podría arrasar las casas existentes a ambos lados, y en cualquier caso una inundación importante en la zona, como de hecho ya ha ocurrido en otras ocasiones con eventos pluviales intensos. Frente a este peligro, las actuaciones que estamos observando, consistentes principalmente en la construcción de escolleras a ambos lados del arroyo Salinas a su paso por estas tierras, son totalmente ineficaces para contener la eventual escorrentía por las laderas.

5.- Que, por otra parte, nos preocupa el aspecto hidrológico de este desatino. Como se ha señalado anteriormente, la parcela denunciada carece totalmente de agua, no tiene pozos propios y tampoco lo puede recibir del Embalse de la Viñuela, al estar por encima de los 140 m, por lo que suponemos deberá obtenerla de otra fuente. Si nos atenemos a las prácticas consolidadas que de forma irregular y preocupante se viene haciendo en la zona regable del Guaro, es posible que su propietario haya llegado a un acuerdo con la Comunidad de Regantes para bombear agua a la parcela, posiblemente desde una parcela situada a una altura “legal”. Si se confirmara esta posibilidad (pues no parece que pueda haber otra), significaría que esta parcela, de 50 ha de superficie, consumiría unos 500.000 metros cúbicos al año, si partimos del dato del consumo de 10.000 m3/ha/año para el cultivo del mango, lo que supone no sólo una ilegalidad sino una importante contribución a la insostenbilidad del sistema de regadío previsto oficialmente para esta subcuenca hidrológica.

6.- Que, si la forma de abastecimiento de agua fuera el hipotetizado en el punto anterior, es decir, que el agua del Embalse de la Viñuela fuera bombeada desde una parcela situada por debajo de los 140 m, y por tanto legal para el Plan Guaro, supondría una usurpación fraudulenta de un recurso público, exactamente igual que todas las parcelas que actualmente totalizan las 4.000 ha por encima de los 140 m de altura, pues el Plan Hidrológico del Guaro no sólo establece el límite regable por la altitud de la presa de la Viñuela (140 m), sino porque este embalse no puede dar riego a una superficie superior a las 8.600 ha previstas por dicho Plan, de modo que todo el riego que se haga fuera de estos límites es un uso fraudulento e insostenible para el sistema hidrológico previsto en esta comarca por el propio Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas. Y si este fraude lo estuviera facilitando la correspondiente Comunidad de Regantes, es evidente que ésta sería copartícipe de este fraude, y con claros intereses crematísticos.

Por todo lo cual, esta asociación ha puesto en conocimiento estos hechos a la autoridad provincial de Medio Ambiente, solicitando se investigue las razones de la concesión de licencia por parte del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, en contra del PGOU y la normativa del Plan Guaro, así como el sistema de riego previsto, en particular la complicidad de la Comunidad de Regantes correspondientes, paralice esta obra y se dedique a repoblación forestal, corrigiendo los taludes para evitar posibles avenidas de barro y piedras en momentos de lluvia intensa.