El 26 de abril de 2017 se cumple la efeméride de los 80 años del bombardeo de Guernica, y tal y como lo reconocen varios documentos e historiadores en el mismo participaron tres aviones italianos que tenían su base en el aeródromo de Garray. A esto hay que sumar que en fechas previas, desde Garray también salieron aviones hacia otro histórico bombardeo a la población civil de Durango (Vizcaya).

Por otro lado, hace 10 años, el 27 de abril de 2007, casi coincidiendo con el setenta aniversario de tal efeméride, salió publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León la Ley 6/2007 por la que se aprobaba la Ciudad del Medioambiente (CMA), que supuso 3 años más tarde la destrucción de los edificios, trincheras y búnkeres que atestiguaban la presencia del histórico aeródromo.

En el contexto actual, hay que tener en cuenta que el evento “Numancia 2017”, que celebra los 2.150 años del asedio y resistencia del pueblo numantino, se hubiera visto beneficiado y ampliado su atractivo con la posibilidad de disfrutar del Soto de Garray, que era un espacio natural de alto valor ecológico (el lugar de Soría que más aves alberga) y que daba fe del paisaje de la época numantina de forma muy fidedigna (hay un estudio al respecto que por extraños motivos no se ha publicado).

Además de las citadas edificaciones del histórico aeródromo vinculado al bombardeo de Guernica, el Soto de Garray acogía una necrópolis medieval cuya conservación y puesta en valor fue utilizada como excusa para urbanizar esos terrenos, que por cierto hoy está olvidada y más deteriorada. Ahora bien, estos atractivos turísticos y naturales fueron destruidos en nombre de la especulación urbanística con el beneplácito del procedimiento de impacto ambiental y de todas las administraciones y autoridades, en especial del Ayuntamiento de Garray, de la Consejera de Medioambiente (la soriana María Jesús Ruiz), y del entonces Delegado de la Junta de CyL y ahora Jefe del Servicio Territorial de Cultura: Carlos de la Casa.